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Ermita de San Gregorio

Barroco, S. XVIII

En 1779, los agricultores de Vinaròs, fieles al voto que habían hecho a san Gregorio, construyeron la ermita en su honor por haberlos librado de una plaga de langostas. El proyecto arquitectónico de estilo barroco, erigido a un kilómetro de la ciudad, fue obra del fraile y arquitecto vinarocense Pere Gonell.

La ermita es de planta central y el cuerpo del templo es una cruz griega. El retablo mayor, realizado por J.B. Nicolás, cuenta con la representación de san Antonio Abad coronando el conjunto, así como con las de san Abdón y san Senen en los laterales y san Gregorio en la hornacina central.

Asimismo, hay dos retablos laterales pintados al fresco dedicados a santa Rita de Casia y a san Nicolás de Tolentino que datan del año 1799, al igual que el resto de la decoración pictórica del interior, donde también destacan la bóveda apoyada sobre conchas del presbiterio y la decoración pictórica del conjunto.