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Poblado ibérico del Puig de la Misericordia

En el Puig de la Misericordia se encuentra un singular asentamiento ibérico en el que se combina una función residencial o de casa rural con una estructura fortificada. Las excavaciones en el yacimiento muestran que su desarrollo cronocultural está constituido por tres fases distintas de ocupación: una correspondiente a la Edad del Hierro y otras dos a la Época Ibérica.

Los vestigios de la Edad del Hierro están muy destruidos. Son edificaciones de planta rectangular fabricadas en mampostería con una cronología que abarca la segunda mitad del siglo VII y la primera mitad del VI a. n. e. El material cerámico aparecido se compone de vasijas hechas a mano y decoradas con cordones digitados. Junto al material indígena, también se ha encontrado cerámica de importación fenicia, especialmente ánforas procedentes del sur peninsular.

Respecto a la Época Ibérica, las excavaciones han puesto al descubierto la zona de una muralla, cuyos muros superan los 4 m de anchura en algunos puntos. Estos restos corresponden, según la cerámica griega encontrada, a un momento posterior al año 550 a. n. e., si bien es cierto que la cerámica más abundante ha sido la procedente de comercio fenicio, especialmente ánforas, orzas, platos trípodes y fragmentos de vasijas bícromas.

El yacimiento fue abandonado a principios del siglo V a. n. e., para ser posteriormente ocupado y construirse uno nuevo con un planteamiento distinto. En esta nueva etapa se planificó una pequeña casa rural de calle central, cuya datación puede ser de mediados del siglo II a. n. e., dada la presencia de vasijas de barniz negro y ánforas itálicas. Correspondería a un pequeño asentamiento de carácter agrícola, tal y como señala el material arqueológico. Entre los hallazgos destaca un podón de hierro, herramienta de poda que indicaría la explotación de la viña. También se ha encontrado abundante material de cerámica ibérica fabricada a torno y escasos fragmentos fabricados a mano. El planteamiento arquitectónico lleva a intuir que, además del carácter agrícola, el asentamiento pudo asumir algún tipo de función estratégica, teniendo en cuenta que a su alrededor se encuentra otros asentamientos, como del Puig de la Nau o el Perengil, el de la Tossa Alta de Benicarló o el de la Moleta del Remei, más al norte. 

Fue abandonado a finales del siglo II a. n. e.s.